lunes, 13 de mayo de 2013

EN TIMIMOUN









Fuimos al camping municipal, situado cerca del hotel El Gourara, estábamos muy cansados y hacía mucho calor, nos duchamos y nos
quedamos casi en coma, pero unas horas más tarde estábamos como nuevos, fuimos al centro a llamar por teléfono a casa, una gran antena parabólica nos indicaba donde estaba la telefónica. Allí nos reímos mucho con uno de los viajeros al que llamábamos “la tía maría”, le salió la operadora hablándole en francés y el solo gritaba “máma, máma”.
Fuimos a ver el hotel “L’Oasis Rouge”, el más antiguo de la ciudad, para disfrutar de su arquitectura sudanesa.
Por la tarde Juanjo, Vicen, Jesús, el Capitán y yo fuimos al hotel El Gourara, allí desde la terraza estuvimos disfrutando de la magnífica vista del palmeral y la sebka, y de las únicas cervezas frías del hotel.
Todos estuvimos de acuerdo que aquel lugar era para volver y estar relajado en aquel paraíso, más si cabe por la posibilidad de llegar en avión desde Argel.
 

domingo, 21 de abril de 2013

TIMIMOUN






A 116km de Adrar está el cruce de la carretera que conduce a Timimoun y El Golea, nosotros queríamos hacer una visita a esta ciudad, así pues deberemos hacer 90km de ida y otros tantos de vuelta para seguir por la carretera N-6 que se la que venimos.
Las casas de Timimoun son de color rojo, por esta razón se le llama “oasis rojo”, el estilo de las construcciones es sudanés, y la mayoría de su población son antiguos esclavos negros y nómadas sedentarizados “Harratines y Chambas”.
Cuando llegamos a Timimoun nos quedamos impresionados, pues el entorno de la ciudad es precioso. La hamada pedregosa sobre la que se asienta tiene unas vistas inmejorables sobre el inmenso palmeral y la sebka de color rosado, y al fondo un mar de dunas que se extiende hacia el infinito.

sábado, 6 de abril de 2013

EL ZORRO


Dino compró a unos niños un zorro fenec, Fennecus zerda, cuyo rasgo principal son sus grandes orejas, luego lo soltó y salió disparado hacia las arenas del desierto.
  Al día siguiente salimos en dirección norte hacia Adrar, la ruta desde Reggane está jalonada de palmerales y numerosos pueblos en pequeños oasis, con restos de fuertes de la época de la colonia francesa.
Adrar  está emplazada en un gran oasis, es un importante centro administrativo, aquí se encuentran las foggaras más grandes de Argelia.
Las Foggaras son unos ingeniosos sistemas de abastecimiento de agua, consistentes en una conducción subterránea desde las capas freáticas hasta el oasis, con una ligera pendiente y pozos verticales en el trayecto cada 20 o 30m que sirven de aireación y equilibradores de la presión que se pueda producir en la conducción, en el exterior pueden verse los pozos como   pequeños cráteres con una profundidad de cinco a diez metros, con este sistema el agua no se evapora.

martes, 26 de marzo de 2013

SEGUIMOS LA TRAVESIA...

Aoulef - Tit

Lo que mas nos preocupaba era la navegación, el desierto es como el mar, y aquí perderte era lo mas sencillo del mundo, no había una pista como tal, y las balizas tampoco estaban todas, lo que nos producía intranquilidad, pero con un poco de suerte y mucha atención lo conseguimos, llegamos a Aoulef al medio día, habíamos hecho 135km en menos de cuatro horas, nos faltaban unos 100km para Reggane, la pista tenía “tole” y algún que otro tramo de arena blanda, pero no estaba mal, atravesamos un inmenso palmeral y dejamos atrás Aoulef.
En tiempos de la colonia francesa, en esta ciudad se realizaron las primeras pruebas nucleares del ejército francés, ahora la base militar es argelina, tiene también aduana, oficina postal, hospital, gasolinera, taller y tienda.
Está prohibido fotografiar las instalaciones militares, aduana y policía, nos dirigimos al camping municipal y como tenía un arco en la entrada no pudimos pasar al interior, asi pues aparcamos junto a la entrada y pudimos enganchar la toma de luz y también tener agua por unos pocos dinares.

sábado, 9 de marzo de 2013

EN EL DESIERTO......





Durante la cena vino a visitarnos el jefe del poblado, nos pidió café soluble, y a cambio nos regaló unas bombillas, pues nuestro generador las fundía con facilidad, tomamos café y chocolate con el caïd y luego nos fuimos a dormir.

Al día siguiente retomamos la pista y continuamos hacia Aoulef, la pista se hacía dura, pues los mojones de señalización no siempre estaban en su sitio, y aunque seguíamos en la misma dirección nos dábamos cuenta que el poste aparecía a doscientos o trescientos metros a nuestra derecha o izquierda.

La pista no existía, habían rodadas en cualquier dirección, lo que nos ponía en alerta y estábamos muy atentos a la brújula.

Solo una vez tuvimos que poner el 4x4 del camión para salir de un charco de arena blanda donde nos hundimos hasta la mitad de la rueda y de donde salimos sin mayor problema.


Lo que mas nos preocupaba era la navegación, el desierto es como el mar, y aquí perderte era lo mas sencillo del mundo, no había una pista como tal, y las balizas tampoco estaban todas, lo que nos producía intranquilidad, pero con un poco de suerte y mucha atención lo conseguimos, llegamos a Aoulef al medio día, habíamos hecho 135km en menos de cuatro horas, nos faltaban unos 100km para Reggane, la pista tenía “tole” y algún que otro tramo de arena blanda, pero no estaba mal, atravesamos un inmenso palmeral y dejamos atrás Aoulef.

domingo, 3 de marzo de 2013

En el desierto


Al hacerse de día los primeros en levantarse éramos los del techo del camión, bueno a excepción de Emilín que siempre retozaba un poco antes de levantarse, solo cuando Jesús ponía en marcha el camión, saltaba del interior de su saco de plumas, se sacudía las que tenía pegadas al cuerpo y bajaba a por el desayuno que el capi le tenía preparado.

Hoy hace bastante frio pero nos levantamos para hacer fotos del desierto al amanecer, subimos una duna y nos preparamos, en ese momento unos camioneros allí estacionados, encendieron unas cubiertas viejas para calentarse, y una enorme columna de humo nos fastidiaba el encuadre.

Después del desayuno salimos pitando hacia Aïn Salah, a donde llegamos al medio día, fuimos al puesto de la policía para informarnos sobre la ruta a seguir, pero no conseguimos demasiada información, llenamos los depósitos con el agua salobre del puesto y luego fuimos a la gasolinera para cargar a tope de combustible, no queríamos tener problemas, y salimos hacia el desierto. Nuestra moral estaba baja, pues en la posta de la policía vimos unas fotos que advertían del peligro de la ruta, eran de una familia de italianos medio momificados al sol, se habían perdido al salirse de la ruta
Pensaban que el desierto era un sitio para ir con niños pequeños, se equivocaron y lo pagaron caro.
Solo pudimos llegar al oasis de In Ghar, a solo 77km de Aïn Salah, pero es que nos detuvimos demasiado tiempo en el bosque petrificado, un lugar lleno de grandes troncos de roca diseminados por una amplia zona sobresalían entre la arena.
Al principio nos sabia mal llevarnos algunos trozos de los árboles de piedra, pues pensábamos que si cada persona que venía a ver aquello se llevaba un trozo, el bosque desaparecería, mas tarde vimos que la gente del lugar tapaba los baches de la pista con trozos de aquellos fósiles maravillosos, bueno pensamos que algo se había salvado.
Dormimos en In Ghar, un pequeño oasis con palmeras y una zona de huerta, pero nada parecido a los míticos oasis de los libros de relatos antiguos, aquel tenía luz eléctrica, pues el estado facilitaba a aquellos lugares unos grandes generadores diesel para la comunidad, con el combustible gratis, así pues la paz del oasis se veía alterada por el ruido del motor.

domingo, 17 de febrero de 2013

HACIA REGGANE


En Tam no había mucho que ver, así que nos dedicamos a pasear y no hacer nada, estamos a 30 de noviembre, San Andrés, el santo del capitán, no sé como,  pero ha organizado una fiesta en el hotel Tahat, se hizo amigo del cocinero y nos prepararon una cena magnifica con pastel y todo, al final terminamos la fiesta en la terraza de los infieles, lugar así llamado por nosotros porque solo permitían el paso a los turistas bebedores de alcohol.
El día 2 de diciembre, pagamos la factura del camping para poder salir temprano al día siguiente con dirección a Aïn Salah, y desde allí a Reggane.
Esa noche dormimos en las inmediaciones del café donde hicimos la pintada de C’an Pinet, a donde llegamos con la luna más bonita que pudiésemos imaginar, como ya tenemos práctica montamos el campamento en muy poco tiempo, el equipo de cocina inicia una actividad frenética y a eso de las nueve estamos cenando, luego un poco de brandi, tertulia y a dormir.

 
Jesús, Vicen, Emilín y yo, ocupamos el techo del camión, allí sobre una vieja alfombra ponemos nuestros sacos de dormir, como la baca tiene una pequeña barandilla no hay peligro de caer, con el toldo del revés hacemos una improvisada tienda de campaña para protegernos del frio de la noche.




martes, 12 de febrero de 2013

LAS COSAS SE COMPLICAN..



Paella en Tamanrasset.


En Tam, fuimos al consulado de Máli para gestionar los visados para entrar en el país por Borj Moktar, pero nos recomendaron hacer la pista Abalesa, Silet, Timeiaouine, Tessalit, y cruzar por Adarar de los Íforas, en Tessalit se realizarían los trámites con la policía, luego nos bajaríamos a Gao hasta el rio Níger. La ruta desde Tam a Tessalit son unos 700km, una semana para nosotros, luego hasta Gao 525km, otros cuatro días, volveríamos por el mismo camino para llegar a Boj Moktar, y luego hacia Reggane, pasando primero por enl mítico Bidón V, anteriormente denominado puesto Maurice Cortiel, en honor al primer francés que atravesó la ruta del Tanezrouft.
  El cartel de Trópico de cáncer y unos 250km antes de Reggane, está otro lugar famoso, la Baliza 250, o Poste Weygand con los restos de una instalación militar francesa.
Cuando volvimos al consulado al día siguiente con las fotos y los papeles, nos dieron el mayor disgusto del viaje, la ruta estaba cerrada, había habido incidentes armados con los tuaregs y no podíamos pasar, ni tan siquiera por la ruta que nosotros propusimos al principio Tam - Boj Moktar.
Solo teníamos una alternativa que ellos consideraban segura, retroceder hasta Aïn Salah y cruzar hasta Reggane. No teníamos otra opción o eso o volver por donde habíamos venido.

domingo, 3 de febrero de 2013

LLEGAMOS A TAMANRASSET

 Dejamos atrás los cadáveres de chapa

 Pero pronto estamos a la entrada de la ciudad, donde paramos para hacernos una foto y continuar hacia el centro para buscar el camping.

El recinto del camping está bastante bien, calles con bordillos y gravilla en cuyos bordes hay plantados eucaliptus, tiene una gran plaza central, aseos duchas, lavadero y un pequeño bar.
Tamanrasset es el oasis más meridional de Argelia, en esta ciudad conviven negros y árabes y una gran multitud de viajeros y turistas que deambulan por todas partes. A principios del siglo XX, Tam era un pequeño asentamiento, lugar de paso de caravanas, en 1905, Charles Focault se instaló en este lugar y realizó estudios de lingüística y de etnología, su presencia aquí aumentó el interés de los europeos por esta zona, mas aún cuando fue asesinado en 1916, aún se conserva su capilla en el Asskrem en el macizo de Atakor, unos 80km al norte de Tamanrasset.

jueves, 24 de enero de 2013

LA TUMBA DEL SANTÓN


Unos doscientos cincuenta kilómetros antes de Tam, nos desviamos unos kilómetros para visitar la tumba del Marabú Moulay Lahcene, un Imán que iba  a la Meca en peregrinación y murió en este lugar, se ha convertido en costumbre  que todo vehículo que circula por estos lugares, se acerque y de tres vueltas alrededor de la tumba en el sentido de las agujas del reloj, dicen que trae buena suerte y aleja a los malos espíritus, lo cierto es que el sentido de las vueltas lo aprendimos tarde, cuando la gente nos gritaba que íbamos al revés, un lapsus…
Atravesamos el pueblo de In Ekker, después una zona militar y a unos 25km otro pequeño pueblo, In Amguel, con un café junto a la carretera, bastante aceptable para lo que veníamos viendo. A lo largo de la carretera, se suceden los cadáveres de los vehículos que sucumbieron a las garras del desierto.

lunes, 21 de enero de 2013

C'an Pinet del desierto II


Pintada en el muro de la casucha en recuerdo de Pinet de Tárbena que nos había ayudado cuando Juan Pastor tuvo el accidente, hicimos publicidad en el desierto, además pensamos que no habría otra tan lejos, 3542km.
Cuando se viaja por el desierto, lo mejor es ser precavido, y como nosotros lo fuimos, no tuvimos ningún problema con el combustible, llegamos a Arak y nos dijeron que llevaban una semana esperando al camión cisterna, no tenían ni agua ni diesel….nosotros continuamos hacia Tam.
El paso de Arak está formado por unas gargantas de piedra rojiza, allí los franceses tenían una fortificación para controlar el paso en la ruta hacia Tamanrasset.

domingo, 20 de enero de 2013

C'an Pinet del desierto


Al día siguiente fuimos a la gasolinera para llenar los depósitos de diesel y los de agua en una fuente cercana, los grifos de la gasolinera no tenían paro automático y comenzaron a derramar combustible  por el suelo, pero nadie se preocupaba, pues el precio del diesel al cambio era de tres pesetas el litro. Nuestro mapa indicaba que había agua y combustible en el paso de Arak, pero decidimos llenar aquí por seguridad.

Los depósitos de agua estaban llenos y Emilin, meticuloso como siempre, ponía la dosis de legía que nos mantendría sin infecciones, aunque nuestra flora intestinal cada día estaba más resentida.
A unos doscientos kilómetros de Aïn Salah en medio de una llanura de arena con dos pequeñas colinas cercanas, había una construcción de adobe donde preparaban té y café, paramos un rato para estirar las piernas, nos tomamos un café y le pedimos permiso al dueño para realizar una pintada

sábado, 12 de enero de 2013

Hacia la mítica TAM.

A 95 km de Aïn Salah, la carretera desciende bruscamente, estamos saliendo de la meseta, aunque todavía tenemos el mismo paisaje de los últimos cientos de kilómetros, comenzamos a ver dunas de arena, aparece la ciudad, las calles están cubiertas de arena rojiza.
Aïn Salah

El nombre de la ciudad significa agua salada,  y nunca un nombre fue tan apropiado. En la antigüedad era un punto importante de paso de caravanas, en su mercado se vendían toda clase de artículos, incluidos los esclavos.
Nos quedamos en el camping, como la ciudad no tiene nada que ver, nos quedamos arreglando el equipo.
Nos llamó la atención que todas las dunas que rodeaban el camping tenían sobre la cresta una empalizada hecha con cañas, palmas y palos para detener el avance de la arena, que en algunos lugares casi tapaban palmeras de varios metros de altura.