sábado, 30 de enero de 2016

UNOS VIENEN Y OTROS VAN......



18 de enero.
A primera hora el médico del campo base pasó revista a Mateo, Manolo y Juan, y tenían la presión arterial un poco alta, para evitar problemas les aconsejó bajar a Penitentes, ellos no querían pero al final les convencimos y bajaron, las despedidas fueron tristes, pues ellos estaban muy ilusionados de estar arriba con nosotros. Cuando ellos comenzaron a bajar, nosotros empezamos a subir hacia Cambio de Pendiente, desde el campo base a Plaza Canadá donde hay un escalón impresionante, subiendo a paso de nazareno, tardamos siete horas en llegar a Cambio de Pendiente a 5310m, y luego dos horas en descender hasta el campo base.

19 de enero.
Hoy hemos salido del campo base a las 9:30, Vicen se ha quedado en la tienda pues no se encontraba bien, le dolía el costado izquierdo.
Sobre las 11:00h estábamos en el primer escalón, treinta y cinco minutos más tarde llegamos a Plaza Canadá, lentamente seguíamos subiendo, hoy mejor que ayer. A las 11:40h cruzamos un arroyo con unos penitentes de hielo, y sobre las 12:10h llegamos a los grandes penitentes, una hora y diez minutos más tarde llegamos a la gran roca cerca de Cambio de Pendiente a 5150m, y en una hora más llegamos a los 5310m de Cambio de Pendiente, paramos a beber y seguimos hacia Nido de Cóndores, el sendero pasa por debajo de las ruinas del refugio Antártica Argentina, a las 16:05h llegamos a Nido de Cóndores a 5500m, montamos las dos tiendas y a las 17:30h comenzamos a bajar, la montaña estaba cubierta y empezaba a hacer bastante frio, a las 18:30h llegamos al campo base de Plaza de Mulas. Cenamos junto con Josema Casimiro y una chica con la que ha intentado la cumbre y se han dado la vuelta a 150m de la cumbre por segunda vez.


20 de enero.
Hoy hemos pasado el día descansando en el campo base, el capitán nos ha preparado un suculento desayuno, la comida, la hemos compartido con nuestros amigos japoneses, que el capitán ha invitado a nuestra tienda, por señas le hicieron saber al capitán que querían que hiciese una paella, el les dijo que no tenía arroz, y ellos lo trajeron, pero el arroz de los japoneses no es como el nuestro, no se pasa ni coge el sabor de los otros ingredientes. Los ponja, como los llama Panchito, trajeron aperitivos japoneses con sabor a pescado podrido y algas secas, mientras se cocina la paella intentamos comunicarnos por señas, en inglés o como podemos, nos cuentan que tienen que acumular las vacaciones de varios años para hacer un viaje como este, pues solo tienen libre dos semanas al año, por fin sale la paella, es de verduras y bacalao, pues es lo que el capitán ha podido encontrar por el campo base, los amigos japoneses están encantados y aunque la paella deja mucho que desear  pues como dije antes el arroz no coge sabor, no ha sobrado nada y es mejor esto que la sopa de pasta que preparaba Panchito, hacemos sobremesa después del café vamos a la tienda de los Guarda Parques.

El capitán invitó a comer ayer a los Guarda Parques y les pidió si podíamos utilizar su estación de radio para llamar a casa, no era muy ortodoxo pero el capitán conseguía cualquier cosa en el campo base, queríamos contactar con  el Radio Club Calpe con una estación de radio decamétrica que tienen ellos, lo intentamos, pero no conseguimos hablar, en la frecuencia que nos dio Miguel Sala, nos sale una estación de una base antártica que nos pide que salgamos de esa frecuencia que al parecer  es militar, lo dejamos y volvimos a nuestras tiendas, esta noche vienen a cenar los paramédicos, y ya se sabe cuando tenemos invitados la cosa se alarga y nosotros tenemos que dormir pues mañana subiremos para quedarnos.

sábado, 23 de enero de 2016

LA PAELLA DEL CAMPO BASE




Manolo y Juan cruzando aguas de deshielo.

Al llegar al campamento, nos contaron la odisea del día anterior, nuestros compañeros, llegaron destrozados y deshidratados, tardaron más de once horas en llegar al campo base, el capitán, que había subido montado en una mula, le dio el mal de altura, al subir demasiado rápido, y se quedo sentado esperando que llegasen los compañeros, pero estos no llegaban, se asustó y pidió ayuda a Felipe Uriarte, que le tranquilizó y le dio algún medicamento para calmarle el dolor de cabeza, y más tarde fue a buscarlos con varias botellas de zumo para que bebiesen. Cuando llegaron montaron las tiendas y cenaron, esa noche todos durmieron de un tirón, excepto Toni y el capitán, pues este se agobiaba un poco con la altura y le faltaba el aire, y le pedía a Toni que encendiese la linterna a cada rato.

Para convencer al capitán para que viniese con nosotros, le contamos algunas mentirijillas, él quería relajarse y pescar, nosotros le contamos que junto al campo base pasaba un rio donde podría ir a pescar después de hacernos la comida, cuando llegó tuvo motivos para asustarse, el campo base está situado en un inmenso caos de piedras, desértico, y donde pararon los arrieros para que bajase de la mula, estaban cargando el cuerpo sin vida de una mujer alemana que había fallecido el día anterior en la montaña. 

  Nuestras tiendas, la cocina y las tiendas comedor, la Vaude era del fotógrafo del Lecturas.

Alpinista coreano, el capitán, Felipe Uriarte y Vicen

 Al poco tempo de llegar, vimos que bajaban de cumbre mi amigo Mari Abrego y Josema Casimiro, con un grupo de la once, estuvimos saludándonos y luego fui a la tienda a dejar las cosas, estuve revisando los vientos de las tiendas en previsión del tiempo.
Compartimos la tienda comedor con Mari, Josema y el grupo de la once, el capitán, ya repuesto, tiene controlada la cocina y a Panchito el cocinero, les hizo limpiar la vajilla y todas las cacerolas y utensilios de la cocina, y como yo le dije al turco que el jefe de la cocina sería el capitán, este ha tomado el mando y están preparando los ingredientes para hacer el menú para los dos grupos mañana.
Esa noche, después de cenar, el capitán estuvo contando su aventura de pesca, en el patíbul, una zona de pesca, cuando estuvieron a punto de naufragar con el barco lleno de agua, los montañeros estaban todos alucinados con el relato del capitán.

El capitán y Jaimito.

Hemos dormido bien, pues el cansancio es el mejor somnífero. Hoy nos hemos dedicado a revisar el material y a ayudar al capitán a preparar la comida, paella para el grupo de Mari y patatas a la riojana para nosotros.
Lo cierto es que fue un espectáculo, la paella más alta del mundo, decían, todos los allí presentes peleando por unos granos de arroz que quedaban al final de la paella, los cámaras de la televisión de navarra, los periodistas de las revistas que cubrían el evento de la once, todos estaban encantados y hambrientos. El día de antes el capitán se percató que un fotógrafo de la revista Lecturas, que tenia la tienda junto a las nuestras, estaba tirado dentro y se encontraba mal, le preparó unos huevos fritos con morcilla que fueron milagrosos y le recuperaron al momento.
Al final el motivo no importa, fue un éxito para el capitán, que desde ese momento se convirtió en un personaje importante en el campo base, del que todos esperaban tener suerte y que les invitase a comer o a cenar.
La celebración de la cumbre de los de la once, continuó hasta tarde, y por poco
terminan con nuestras existencias de güisqui. 

Los datos que pusieron en la revista tienen un error, la paella se hizo en el campo base de Plaza de mulas.

La revista se publicó a los pocos días de la noticia, cuando nosotros aún estábamos en la montaña.

domingo, 17 de enero de 2016

LLEGAMOS AL CAMPO BASE DE PLAZA DE MULAS


15 de enero.
Pensando en aclimatarnos, hemos decidido ir a la cara sur de la montaña, así pues a las ocho de la mañana, desayunamos y salimos hacia Plaza de Francia, campo base de la vertiente sur de la montaña.
El viento es constante, y nos acompañó durante todo el día, tardamos nueve horas entre ir y volver, pero valió la pena, pues la cara sur estaba espectacular, y pudimos fotografiar varios aludes que arrasaban parte de la pared.
También pudimos constatar que el refugio Poincenot estaba totalmente destruido.
El resto del equipo partió hacia Plaza de Mulas, donde está el campo base desde donde partiremos nosotros para realizar la ascensión.

Nosotros volvemos a dormir en Confluencia, a las ocho nos metemos en el saco, aunque hemos pasado la noche bebiendo, pues estábamos bastante deshidratados.






CARA SUR DEL ACONCAGUA

Hoy temprano salimos hacia Plaza de Mulas, al salir de Confluencia, el paisaje tenía un color verde amarillento, de la hierba que intentaba salir en aquella tierra árida, donde junto a los arroyos había un poco de humedad. Cuanto más subimos, más árido es todo. Al llegar a Piedra Colorada, dominan los colores ocres y marrones, aquí comienza Playa Ancha, un inmenso pedregal que parece no tener fin, donde el viento sopla con fuerza y el sol te machaca. Caminamos por una rambla, cruzando el rio Horcones en varias ocasiones, tiene un caudal considerable, pues cuanto más calienta el sol más crece, Sebas dio unos traspiés y se mojó un poco.
Al final de Playa Ancha el valle se cierra un poco y comenzamos a subir, el firme es mejor y vamos más rápidos que antes.
Llegamos a un antiguo refugio arrasado por una avalancha, supongo que no estaba bien situado ¿no? Aquí comienza la Cuesta Brava, una pendiente de tierra y piedras que hace honor a su nombre.
Las mulas subían por aquella cuesta con una seguridad que asustaba, iban a piñón fijo, queriendo llegar al campo base para descargar y bajar.

En primer término Sebas, Vicen, Jaume y Jesús.
PLAYA ANCHA


El campo base es un montaje tremendo, cientos de tiendas de campaña pueblan aquella zona caótica al pie de la montaña. Toni vino a buscarnos con una botella de zumo de naranja que nos vino muy bien, pues teníamos bastante sed, tardamos nueve horas en llegar, pero subimos sin prisas, haciendo fotos y parando a comer sin prisas.


    
    CAMPO BASE PLAZA DE MULAS 4200m

miércoles, 13 de enero de 2016

HACIA LA MONTAÑA......


Teníamos que salir temprano, pero no fue así, salimos al medio día, pues olvidaron la documentación del vehículo y tuvo que volver a recogerla.
El viaje fue agradable, paramos a comer junto al río Colorado, desde allí prácticamente comienza la subida hasta el puesto fronterizo de Libertadores. Una tras otra vamos pasando las curvas que se suceden como las cuentas de un rosario, no terminan nunca, la furgoneta protesta por aquella subida brutal.
A media tarde llegamos al hotel de Penitentes, donde contactamos con Ricardo Jatib, apodado el turco, pasamos la noche en el Hotel Ayelén, pagamos 37$ por persona por cenar, dormir y desayunar.

   Con Mateo y Manolo en el hotel Ayelen.

14 de enero.

 A primera hora, ya tenemos las cosas preparadas, pero el turco no aparece, total que salimos a las dos de la tarde, una vez tramitada la entrada al parque. La marcha es agradable, pero al cabo de un rato el terreno pierde la hierba y se torna mas árido, y el viento levanta polvo que molesta bastante.




Con Toni cruzando el rio Horcones-


Llegamos a Confluencia (3368m) a las seis de la tarde, mientras unos montamos las tiendas otros preparan la cena, el sol cae tras las montañas y el frio cada vez es mas intenso, por lo que pronto nos metemos en las tiendas , esta noche dormiremos bien, todos estamos cansados. 

domingo, 10 de enero de 2016

LLEGAMOS A CHILE


 El 10 de enero de 1994 a las 14:30h, salíamos en tren hacia Madrid, los últimos agobios, los petates y las despedidas quedaban atrás.
Después de cuatro horas, llegamos a la estación de Chamartín, hace frio, allí nos están esperando mi prima Merce y Agustín, su marido, con el autobús que ha alquilado y que nos trasladará, con toda nuestra impedimenta, al aeropuerto.
A las 22:30, salimos hacia nuestra aventura americana, el viaje transcurrió sin  incidencias, si exceptuamos la actuación de Vicen y el cuñao que terminaron con las existencias de bebidas del avión y luego querían que el capitán pilotase un rato. Cuando llegamos a Recife, en Brasil, subió un equipo de limpieza para  perfumar y recoger los restos de la noche larga que habíamos pasado.
El once de enero a las ocho de la mañana, llegamos a Paraguay, estuvimos mas de una hora esperando en el aeropuerto de Asunción y luego continuamos el viaje a Santiago de Chile.
A las 11:30h local, ya teníamos todos los trámites aduaneros arreglados, alquilamos un minibús a la empres Tour Exprés, por 70$ y nos llevó a la casa de Patricia, el contacto que nos había proporcionado nuestro amigo el pintor Manuel Carmona, que había vivido en Chile y conocía  a esta señora.
Nos recibió muy bien y nos hizo una buena comida que también nos cobró bien, pero todo cambió cuando hablamos de precio del alquiler de la casa, quería cobrarnos 5000$ por una casa donde solo estaríamos una semana !!

después de una larga negociación pagamos 1100$, un robo a mano armada, pero no teníamos otra posibilidad en aquel momento.
12 de enero.
Lo dedicamos a realizar las compras de lo que necesitamos para la estancia en el Aconcagua, y ponemos en orden el material de montaña.
El capitán nos a preparado una paella fenomenal. Por la tarde contactamos  con Javier del Fierro, que tiene una tienda de montaña cerca del chalet donde vivimos, para cerrar el trasporte desde Santiago hasta Penitentes.


domingo, 3 de enero de 2016

ACONCAGUA, EL CENTINELA DE PIEDRA

El viaje al Aconcagua se había fraguado un año antes de la salida, en las reuniones de los jueves del Grup de Muntanya de Calp, se vio factible el organizar la expedición a un pico de casi 7000m después del éxito que supuso  el viaje a Perú del año 1987 y a las montañas bolivianas en 1992. Se abrió una lista de participantes y se colgó en el tablón de anuncios del local del Grup, no se puso ningún requisito para participar en el viaje, aunque pronto se formaron dos grupos, uno que intentaría la cumbre y otro que solo llegaría al campo base.
Comenzamos a recabar información y poco a poco fuimos preparando una memoria del viaje.
Al principio nos apuntamos miembros del grupo, luego otros que no eran socios, pero eran amigos, y mas tarde por circunstancias, otros que no conocíamos.
Al final la expedición se formo con las siguientes personas:

Equipo de cumbre
Equipo de Base
Sebastián Pastor Ivars,                sebas
Jaime Miguel Morató Vives,  jaumemiquel
Jaume Boronat Solivelles,            jaume
Juan Antonio Revert Calabuig,        toni
Miguel Angel Garijo Castelló,    el cuñao
Andrés Such Pérez,                 el capitán
Vicente Andrés Martínez,              vicen
Jaime Iglesias,                             jaimito
Jesús López Bañón,                      jesús
Manuel Miró Soler,                     manolo
Juan Antonio Andrés Martínez,   juanan
Mateo Pérez Aranda,                   mateo

Juan Fernández Ybarra,          el notario

 Con Sebas, Jaume, Jesús, Jaume Miquel, Vicen, Toni y el Capitán no solo nos unía una larga amistad, también habíamos viajado juntos, a Manolo lo conocía del trabajo y nos llevábamos bien, al notario solo lo conocía de oídas, y no conocía ni al cuñao, ni a Jaimito, ni a Mateo.

A Manolo le convencimos Toni y yo para que se viniese con nosotros, a Jaimito, lo trajo el capitán como ayuda de cámara, al cuñao, lo trajo Toni, a Mateo lo invitó Manolo, quien antes de hacerlo, nos preguntó si un amigo suyo podía venir al viaje, el notario, se autoinvitó poniendo en un aprieto a Manolo, al que le dijo, me voy con vosotros, yo le dije a Manolo que no se preocupase, al fin y al cabo uno mas no importaba.


Antes del viaje hicimos una excursión a Bernia y unas comidas en casa del capitán para ir conociéndonos, y unos días antes de partir, hicimos una presentación de la expedición en el Aula de Cultura, donde nos reunimos todos los componentes del viaje y explicamos los pormenores de la expedición, la ruta de ascenso que queríamos seguir y como se desarrollaría el viaje.