lunes, 24 de octubre de 2016

KALA PATAR


Tughla

15 de octubre.
Salimos de Periche por un sendero junto al riachuelo por su margen derecho, aunque vamos despacio la respiración se acelera, el pulso se acelera, excepto los pasos todo se acelera, vamos girando a nuestra derecha hasta alcanzar un repecho , la gente forma una fila de hormigas, cada uno intenta mantener su ritmo, bajamos un poco para volver a subir otra vez, cruzamos el riachuelo y llegamos a Tughla, un conjunto de chabolas donde tomamos un té.
Saoro y Sebas llevan aquí un buen rato cuando nosotros llegamos, paramos un  rato, tomamos un té y continuamos, seguimos subiendo por una ladera empinada muy pisada, en el primer repecho hay una fila de monumentos funerarios de porteadores y sherpas de un accidente que hubo hace unos años, la vista de las cumbres es espectacular.

El camino por el que subimos discurre entre dos cadenas montañosas, a nuestra izquierda el Tawoche de 6542m y el Cholatse de 6440m, a nuestra derecha el Pokalde de 5806m, llegamos a una pequeña planicie y paramos a comer, lo cierto es que estamos ya cansados de la ensalada de col, el queso en lonchas y las zanahorias, menos mal que aún tenemos nuestro jamón.
Al superar un pequeño repecho aparece ante nosotros el Pumori de 7145m es la montaña que dibujaría un niño, bonita de verdad.




















Lobuche y el Pumori

Cuando llegamos al final de la cuesta aparece Lobuche, unas cuantas casas al pie de la morrena diseminadas, no parece un pueblo, mas bien es un refugio de pastores para el verano, hace bastante mas frio que en Periche, dejamos las cosas en las tiendas y nos vamos a una especie de refugio-bar-restaurante a confraternizar con los locales. Son sobre las cuatro de la tarde, empieza a anochecer, aquí dentro estamos calentitos, hay bastante humo y no huele a bosque precisamente, nos apretamos y pedimos un té, nos ofrecen algo de comer y nosotros sacamos la bota de vino !confraternizar!!!!
Cuando salimos nos colocamos los frontales y vamos a intentar no meter los pies en lo innumerables charcos que forma el riachuelo del pie del glaciar, nuestras tiendas están al otro lado de la explanada un poco mas altas que las casa de Lobuche en un bancal relativamente plano, después de cenar nos tomamos un té y dos aspirinas y a dormir.

16 de octubre.
Hoy hemos madrugado, a las 4:30 suena mi reloj, hace frio mucho frio, nos vestimos y vamos a la tienda comedor a desayunar, esto nos pone un poco a tono, preparamos las cosas y al poco rato salimos, son casi las seis, comenzamos a caminar con la luz de los frontales, pero al poco tiempo comienza a amanecer. El suelo cruje bajo nuestras botas, todo esta helado, el camino es a cada paso mas incomodo, pues caminamos dentro del glaciar, por entre las piedras, el sendero lo tienen que abrir cada temporada, pues el propio movimiento del glaciar lo destruye.


Gora Shep, Kala Patar y Pumori.

Llegamos a Gora Shep, un pequeño lago seco cuyo fondo es de arena blanca, al este hay una pequeña edificación bastante rudimentaria que se dedica a “Tea Room”, no paramos, bordeando la arena subimos hacia la cumbre del Kala Patar de 5545m, el desnivel es solo de 385m pero a esta altura cuesta dar un paso, subimos, hacemos fotos volvemos a subir y por fin llegamos a la cumbre, un gran cairn marca la cima, una bandera de Taiwan atada a las piedras ondea al viento. Até un pañuelo de cuello, a modo de Kata tibetana, para dar gracias por haber llegado, nos hacemos unas fotos y comenzamos a bajar hacia el lago seco de Gora Shep. Nuestro compañero Juan el mallorquín, está destrozado, subía mal, pero bajar ha sido peor, yo tengo también dolor de cabeza, al bajar de forma rápida me retumbaban las sienes.
Cumbre delKala Patar de 5545m
Juan, Ignasi, Sebas, Juan Antonio y Toni.

Después de varias horas por entre las piedras del glaciar llegamos a Lobuche, casi nadie quiere cenar, yo me tomo dos aspirinas y me acuesto, pues me sigue doliendo la cabeza, a las cuatro de la mañana me tomo un nolotil y al rato ya no tengo dolor de cabeza y vuelvo a dormir, Toni me despierta pasadas las cinco, se levanta a mear en la botella y se toma dos pastillas de paracetamol, la noche ha sido larga.


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